La datación por termoluminiscencia es un método de datación absoluta empleado en arqueología para determinar la edad de elementos que hayan sido sometidos a calentamiento, como hogares o cerámicas.[1]​ También puede utilizarse para datar sedimentos eólicos, fluviales, marinos, costeros, rocas volcánicas y carbonato cálcico precipitado en cuevas.[nota 1][2][3]​ Se basa en las alteraciones que provocan las radiaciones ionizantes (radiación cósmica y radiactividad del entorno) en las estructuras cristalinas de los minerales, aumentando la termoluminiscencia de estos con el tiempo de exposición a la radiación.[4]​ Existen varias formas de realizar este tipo de datación, destacan: técnica de «pre-dosis», de «grano fino» y de las «inclusiones».[5]

Para poder emplear este ensayo es necesario que el elemento que va a ser datado (cerámica, piedra de horno...) contenga minerales termoluminiscentes (normalmente cuarzo) y que se haya visto sometido a una temperatura superior a 500 °C.[6][nota 2]​ En el caso de los sedimentos, estos han debido estar expuestos durante cierto tiempo a la luz del sol.[8]​ Las muestras analizadas deben tener una antigüedad de entre 1.000 y 500 000 años.[9]

Termoluminiscencia

La termoluminiscencia es la emisión de luz por parte de ciertos minerales o sustancias cristalinas cuando son calentados.[10]​ Esta emisión no debe confundirse con la producida por la incandescencia. Para que se produzca este fenómeno se deben de cumplir tres requisitos:[11]

  • para que un material sea termoluminiscente ha debido recibir radiación durante un periodo de tiempo;
  • debe de ser un material aislante o semiconductor;
  • hay que calentar el material.

La radiación ionizante provoca al incidir sobre un material que los electrones y los huecos pueden quedar atrapados en imperfecciones de la red cristalina (trampas), entre la banda de conducción y la banda de valencia.[1]​ Cuanto mayor es el tiempo de exposición a la radiación, mayor es el número de electrones y huecos que pueden quedar atrapados en las trampas.[1]​ Al calentar el material o con la exposición a luz estimulante, los electrones y los huecos se «liberan», volviendo a su estado natural y deshaciéndose del exceso de energía que habían adquirido, emitiendo fotones.[12][13]

Se puede representar en una gráfica la variación de la intensidad de la luz emitida por un material con la temperatura a la que se ve sometido, denominada curva de brillo (Glow curve).[14]

La fluorita, el apatito o la calcita son ejemplos de minerales termoluminiscentes.[15]

Datación

La datación por termoluminiscencia parte de la base de que todo cuerpo que ha sido sometido a una determinada temperatura o que ha recibido luz solar pierde su termoluminiscencia al haber «liberado» a los electrones de las trampas. Dichas trampas volverán a albergar a electrones a medida que reciba de nuevo radiación.[1]​ Luego, la edad en años de un objeto que ha sido calentado (cerámica, por ejemplo) será igual a la cantidad de radiación absorbida por el objeto desde su horneado dividida por la cantidad de radiación que recibe al año:[4][16]

a = P ( G y ) / D ( G y / a ) {\displaystyle a=P(Gy)/D(Gy/a)}

Donde:

a {\displaystyle a} es la edad en años.

P ( G y ) {\displaystyle P(Gy)} es la radiación absorbida en grays desde el calentamiento o exposición a la luz (paleodosis).

D ( G y / a ) {\displaystyle D(Gy/a)} es la radiación absorbida en un año (dosis anual).

Cálculo de la dosis anual

La dosis absorbida proviene de dos fuentes, interna y externa.

Dosis interna

La dosis de radiación interna se corresponde con emisiones de partículas alfa, partículas beta y rayos gamma procedentes del uranio (U), torio (Th), potasio (K) y rubidio (Rb) radiactivos presentes en el elemento que se quiere datar.[4]

Dosis externa

La dosis externa proviene de los rayos cósmicos y de los núcleos radiactivos presentes en el sedimento. Debido a que las partículas alfa y beta tienen poca capacidad de penetración, a la muestra que se va a datar se le puede eliminar 2 mm de su superficie, por lo que solo hay que tener en cuenta a los rayos gamma.[4]​ Se asume que la dosis suministrada por los rayos cósmicos es constante.[4]

Se puede concluir que:

D ( G y / a ) = D i ( D r c D r g ) {\displaystyle D(Gy/a)=Di (Drc Drg)}

Donde:

D ( G y / a ) {\displaystyle D(Gy/a)} es la radiación absorbida en un año (dosis anual).

D i {\displaystyle Di} es la dosis interna.

D r c {\displaystyle Drc} es la dosis externa recibida por rayos cósmicos.

D r g {\displaystyle Drg} es la dosis externa recibida por rayos gamma.

Para la medición de las dosis interna y externa se pueden utilizar dosímetros.[17]

Cálculo de la paleodosis

Para el cálculo de la paleodosis se ha de calentar a una tasa constante el material a estudiar para luego medir la luz emitida con un fotomultiplicador, con lo que se obtendrá una curva de brillo.[18]​ Para hallar la paleodosis se pueden emplear varios métodos:[8]

  • Método de la adición de dosis: se divide la muestra en varias partes; en una de ellas se mide la termoluminiscencia natural y en el resto se realizan mediciones de la termoluminiscencia después de someterlas a distintas dosis de radiación en el laboratorio. Después se dibuja una curva que una todos los valores obtenidos y se continua hasta el eje donde se representa la dosis, obteniendo la paleodosis.[19]
  • Método regenerativo: se separan varias fracciones de la muestra para medir su termoluminiscencia. Una vez medida, se las irradia con distintas dosis para volver a medir su termoluminiscencia, obteniendo una curva. Se compara el valor de luminiscencia natural con el mismo valor presente en la curva y obtenemos la paleodosis.[8]
  • Método del blanqueado parcial: se dibujan dos curvas; una de ellas resultado de aplicar el método de la adición y otra con fracciones de muestras que han sido parcialmente «blanqueadas», es decir, que se les ha expuesto a una luz para conseguir que pierdan parte de su luminiscencia original. El punto donde las dos curvas se cruzan nos van a definir la paleodosis.[8]

Métodos

Los métodos más empleados son el grano fino, las inclusiones (o grano grueso) y la pre-dosis (o predosis):

  • Inclusiones: el ensayo se realiza sobre granos con un diámetro superior a 60 μm.[21]​ Normalmente se utiliza cuarzo debido a su poca radiactividad, su abundancia y a que su termoluminiscencia es muy marcada.[22]​ Para recoger la muestra se eliminan 2 mm de la superficie, se machaca la muestra y con un juego de tamices se seleccionan los granos del diámetro adecuado; después las muestras se tratan con HCl y HF para eliminar los feldespatos y las calcitas y que queden concentrados los cuarzos.[23]
  • Grano fino: con este método no se emplean granos individuales, sino que se recoge una muestra de material de grano muy fino (4 y 11 μm)[21]​ de distintas composiciones. Normalmente se emplea un taladro especial para separar el material a analizar y se somete a una serie de procesos para eliminar las fracciones que presentan un diámetro de grano distinto al aconsejado.[24]​ Se suele utilizar con trozos de cerámica y es útil en zonas donde no abunda el cuarzo.[25]
  • Predosis: se basa en que el pico de los 110 °C de la curva de brillo del cuarzo provee información sobre la paleodosis que ha recibido el mineral.[20][26]​ Se ha observado que a esa temperatura hay diferencias en la emisión y que estas diferencias se pueden relacionar con la paleodosis;[27]​ Para ejecutar este ensayo de debe irradiar y calentar la muestra hasta los 500 °C varias veces.[28]​ Se suelen emplear granos de cuarzo de entre 90 y 150 μm.[29]

Equipo

Además de ciertas herramientas como tamices, taladros y placas de vidrio, el equipo necesario para realizar las dataciones es:

  • Dosímetros: en caso de datar material arqueológico puede ser necesario disponer varios dosímetros en el yacimiento, a ser posible en condiciones similares a las de la pieza que se desea datar, y deseablemente durante un periodo de un año.[30]​ Con las medidas obtenidas se podría calcular la dosis anual, pero debido a que este lapso de tiempo es bastante prolongado, normalmente se utilizan otros métodos indirectos para calcular ese dato.[1]
  • Tubo fotomultiplicador: es un aparato que convierte la luz en corriente eléctrica; para ello se provoca que los fotones impacten en una placa (fotocátodo), de la que se van a desprender electrones que van a ser atraídos por otra sucesión de placas (dínodos). Al final del proceso cada fotón va a producir una corriente eléctrica de entre 106 y 107 electrones.[31]​ Los datos obtenidos los procesa un ordenador, que a la vez recaba la información de la temperatura del horno.[1]
  • Horno: debe ser capaz de aumentar la temperatura unos 20 °C/s, y debe poseer un sistema de vacío. Los datos de temperatura los recoge un ordenador, y con estos datos y los obtenidos con el tubo fotomultiplicador se podrá dibujar una curva de brillo.[1]

Historia del uso de la termoluminiscencia para datar

Martin Aitken fue el primer científico que empleó la termoluminiscencia para la datación de cerámica.[32]​ Publicó los datos en la revista Nature en el año 1964 y a lo largo de la década de 1960 empezó a generalizarse el uso del nuevo método, cuyos resultados se publicaban en su mayoría en la revista Archaeometry.[21]​ En esa década ya se empleaban los métodos de grano fino y de grano grueso o inclusiones.[21]

En la década de 1970 se empezó a utilizar para datar arcilla cocida de distintos yacimientos y se pudo contrastar con el empleo del carbono-14. También se empleó para detectar falsificaciones.[21]​ Se desarrolló el método de la pre-dosis,[21]​ que debido a su sensibilidad se utiliza en el estudio de los restos de menor antigüedad.[27]​ A finales de esa década y a principios de la década de 1980 se empezaron a datar elementos no cerámicos, como piedras que habían sido calentadas. También se empezaron a fabricar nuevos aparatos para realizar los ensayos.[21]​ Se empezó a plantear la posibilidad de emplear la termoluminiscencia para datar sedimentos; se intentaron datar loess y sedimentos depositados en ambientes marinos profundos.[21]​ Entre mediados de esa década y la década de 1990 se empezó a utilizar una técnica nueva denominada luminiscencia estimulada ópticamente (OSL), que es la más utilizada para establecer la edad de sedimentos.

La técnica tiene una amplia aplicación, y es relativamente barata, con unos US $ 300-700 por objeto; idealmente se prueban varias muestras. Los sedimentos son más caros hasta la fecha.[33]

Véase también

  • Datación potasio-argón
  • Datación uranio-torio
  • Dendrocronología
  • Varva

Notas

Referencias

Bibliografía

  • Bahn, P. y Renfrew, C. (2004). «4. ¿Cuándo? Métodos de Datación y Cronología». Arqueología (2ª edición). Ediciones AKAL. p. 576. ISBN 9788446002345
  • Burbank, D. W. y Anderson, R. S. (2011). Tectonic Geomorphology (en inglés). John Wiley & Sons. p. 480. ISBN 9781444345049
  • Francisco Fernández, J. T. (1992). «La datación por termoluminiscencia». En Rodà, I., ed. Ciencias, metodologías y técnicas aplicadas a la arqueología. Universidad Autónoma de Barcelona. p. 292. ISBN 9788479292935
  • González Martínez, P. D. (1999). Fechamiento arqueológico y geológico por termoluminiscencia (tesis doctoral). Universidad Autónoma Metropolitana. p. 133. Archivado desde el original el 21 de febrero de 2015. Consultado el 25 de diciembre de 2017. 
  • Lasky, L. (2002). La noción del tiempo (1ª edición). Plaza y Valdés. p. 107. ISBN 9789707220805
  • Matteini, M. y Moles, A. (1996). «25. Termoluminiscencia». Ciencia y restauración (en inglés). Fuenterrabía: Nerea. p. 312. ISBN 9788489520493
  • McKeever, S. W. S. (1988). Thermoluminescence of solids (en inglés). Cambridge University Press. p. 392. ISBN 9780521368117
  • Musílek, L. y Kubelík, M. (2000). «Thermoluminiscence Dating». En Creagh, D.C. y Bradley, D.A., ed. Radiation in Art and Archeometry (en inglés). Elsevier. p. 520. ISBN 9780080540191
  • Villegas Casares, W. A.; Acereto Escoffié, P. O. y Vargas Quiñones, M. E. (2006). Análisis Ultravioleta-Visible. La teoría y la práctica en el ejercicio profesional. Universidad Autónoma de Yucatán. p. 83. ISBN 9789706981165
  • Walker, M. (2005). Quaternary Dating Methods (en inglés). John Wiley & Sons. p. 304. ISBN 9780470869284

Metodos De Datacion Por Luminiscencia Opticamente Estimulada inepinstr

(PDF) Datación por luminiscencia ópticamente estimulada (OSL) y

(PDF) Datación por termoluminiscencia de tiestos cerámicos antiguos

(PDF) Datación absoluta por termoluminiscencia de material cerámico y

Datacion Por Termoluminiscencia De Sedimentos citas para adultos en